Es cierto que el “saber popular” ya lo sabía de antemano: Engordar cuando se está en pareja (feliz o no) es casi tan común como un resfriado en invierno. Sin embargo, la ciencia no había arrojado indicadores empíricos que confirmaran ese mito, hasta ahora. Sucede que un extenso estudio de la Universidad Metodista del sur en Dallas, Texas, Estados Unidos, corrobora que las parejas más felices son las que más ganan peso.
Andrea Meltzer, psicóloga jefa que condujo el estudio, advierte que si este sobrepeso es importante aumenta el riesgo de que hombre y mujer sufran diversos problemas de salud. Por este motivo recomienda mirar con precaución a las investigaciones que concluyen que el matrimonio es bueno para la salud.
“Es común que al entrar en una relación estable las personas dejen de esforzarse tanto por su figura como lo hacían cuando eran solteros, debido a que saben que sus parejas las quieren más allá de su apariencia, sin embargo, la verdadera causa detrás del aumento de peso en las parejas son los hábitos. Los malos, por supuesto”, agrega Meltzer.
El trabajo, que se basó en el seguimiento durante cuatro años de 169 parejas que se casaron por primera vez, analizando su satisfacción marital al entrevistarlos dos veces por año, determinó que, en promedio, las personas que estaban más satisfechas con su matrimonio tenían menos posibilidades de considerar abandonar a su pareja, y engordaban más con el tiempo. Por el contrario, los participantes menos satisfechos con sus relaciones tendían a engordar menos.
La experta cree que los hombres y mujeres felices en su matrimonio engordan porque, al no tener el deseo de buscar otra pareja, comienzan a descuidar su peso. “Nuestro estudio sugiere que las personas piensan en su peso en términos de atractivo más que de salud”, afirma la profesional.
La experta cree que los hombres y mujeres felices en su matrimonio engordan porque, al no tener el deseo de buscar otra pareja, comienzan a descuidar su peso. “Nuestro estudio sugiere que las personas piensan en su peso en términos de atractivo más que de salud”, afirma la profesional.
Meltzer considera que es importante informar a las parejas jóvenes que el peso es una cuestión de salud. La especialista advierte que el aumento de peso se asocia con una gran cantidad de consecuencias negativas para la salud, como diabetes y enfermedades cardiovasculares. “Al enfocarse en la salud más que en la apariencia, las parejas jóvenes podrían evitar aumentar de peso”, añadió Meltzer.
Los datos revelados por la Universidad Metodista de Dallas coinciden con otro estudio realizado por el sitio especializado “Diet Chef”, que descubrió que el 60 % de las personas suben de peso cuando están en un relación estable. El 30% de las parejas asegura que su actividad favorita es quedarse en casa a ver la televisión y 20% asegura que salir a cenar es clave en su relación.
Según Meltzer, la clave para evitar engordar cuando se está en la pareja es modificar los malos hábitos, que los dos aportan inconcientenmente a la relación, y “que se acentúan cuando se está en pareja”. Estos hábitos, explica, son individuales, y son los mismos que “se deben realizar cuando también se es soltero”, cerró Meltzer.
Acá, diez claves para evitar los malos hábitos:
1- Pon de tu parte: Los cambios son difíciles. No todas las personas los reciben de la misma manera. Por ejemplo: hay personas que deciden levantarse más temprano, pero insisten en dormirse tarde. No es que sus esfuerzos sean en vano, pero el cuerpo necesita el descanso necesario, por lo tanto, jamás se levantará a la hora deseada. Esto pasa por la falta de planeación y la carencia de disposición para atender de forma realista la situación.
2- Comienza con cosas sencillas: Si quieres dar grandes pasos y no los logras, comenzarás a desanimarse. Sé congruente contigo mismo, no aceleres las cosas. Todo es un paso a paso. Inicia con cosas pequeñas, como la impuntualidad, bajar la tapa del baño, o masticar con la boca cerrada.
3- Calendario: Es importante marcar límites. Cuando tu pareja te plantea un lapso de tiempo, las cosas fluyen con mayor disciplina. Planea dependiendo del tipo de reto, debes fijar un calendario. No debe preocuparte si otros avanzan más rápido que tú, recuerda que esto no es una competencia, cada persona tiene su propio ritmo y objetivos.
4- No postergues: Dejar todo para después es algo común entre los seres humanos. Puede ser parte de una forma de ser, un estilo de vida o incluso un trastorno llamado procrastinación. Un problema que hace que una persona, de manera sistemática, evite actividades de cualquier índole, de cualquier importancia, y no pueda manejar las circunstancias que rodean esa postergación. Para alejarte de esto, debes hacer un esfuerzo por realizar actividades a cada momento. No debes dejarlo para después. Luego de un tiempo, realizar actividades se hará algo más fácil. Tendrás más tiempo libre si no dejas pendientes.
4- No postergues: Dejar todo para después es algo común entre los seres humanos. Puede ser parte de una forma de ser, un estilo de vida o incluso un trastorno llamado procrastinación. Un problema que hace que una persona, de manera sistemática, evite actividades de cualquier índole, de cualquier importancia, y no pueda manejar las circunstancias que rodean esa postergación. Para alejarte de esto, debes hacer un esfuerzo por realizar actividades a cada momento. No debes dejarlo para después. Luego de un tiempo, realizar actividades se hará algo más fácil. Tendrás más tiempo libre si no dejas pendientes.
5- Nuevas actividades: Sustituye tus rutinas. Por ejemplo, si estás tratando de cambiar tus hábitos alimenticios entonces no acudas a lugares donde haya tentaciones que puedan interferir con tus objetivos. Por otra parte, si sabés que a las cinco de la tarde te da hambre, ocupa ese tiempo en alguna actividad para que te despejes.
6- Cambia de círculo social: Al menos por tres semanas toma distancia de las personas que comparten el hábito que estás por cambiar. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar y te encuentras en una reunión de fumadores puedes caer en una trampa.
7- Aprende a levantarte: Un fracaso no es absoluto. Si en alguna ocasión rompés tu dieta o no cumplís un reto, no lo tires todo a la borda. Retomalo nuevamente. El primer tropiezo es el definitivo para la gran mayoría de las personas, casi siempre terminan diciendo “lo intenté”, y ya no continúan con el cambio. Recuerda que no es imposible. Todos los humanos cometemos errores, es parte del proceso.
8- No te engañes: Tu objetivo no puede ser “tirar menos basura en la calle” o “escupir menos”. Eso es muy difícil de medir, y es muy fácil engañarse a sí mismo. Es preferible marcar cosas bien definidas como “vaciar la basura dos veces al día en un bote” o “no escupir″. De este modo puedes saber perfectamente si lo está cumpliendo o no.
8- No te engañes: Tu objetivo no puede ser “tirar menos basura en la calle” o “escupir menos”. Eso es muy difícil de medir, y es muy fácil engañarse a sí mismo. Es preferible marcar cosas bien definidas como “vaciar la basura dos veces al día en un bote” o “no escupir″. De este modo puedes saber perfectamente si lo está cumpliendo o no.
9- No vueles: A veces el ánimo está para comerse al mundo, a veces no. Lo recomendable es que hagas una cosa a la vez. Concentrate en una sola cosa. Luego que lo domines cumplí otro objetivo y así sucesivamente. Si hacés demasiados cambios al mismo tiempo, seguro los terminarás tirando. Debés dedicarle tiempo a la planeación y seguir un plan estratégico. De ese modo te será menos complicado y tendrás bien definido lo que deseás.
10- Se llaman Apps. Hoy en día existen dispositivos y aplicaciones que pueden ayudarte a ser una persona más organizada, e incluso, una persona con una vida más sencilla. Para cambiar tus malos hábitos puedes hacer uso de programas, por ejemplo, que te indican cuántas calorías tiene un refresco, o cuántos kilómetros te faltan por caminar. Asimismo, puedes hacer uso de estos aparatos para que te ayuden en tu trabajo diario y así, poder ahorrar tiempo y dinero, cosa que te será muy útil para tus proyectos y metas.